GANADERIA DE CARNE EN NICARAGUA


La importancia de la ganadería, de la industrias de la  carne y del consumo de carne en Nicaragua tiene particularidades, especialmente si se considera la precaria situación económica, la ausencia de mercados financieros rurales y las limitaciones de divisas que ha confrontado el país.
5.1 La Actividad Ganadera

La ganadería es, sin lugar a dudas, una actividad totalmente extendida a nivel nacional. La cría de ganado se puede identificar en empresas comerciales de gran dedicación y en muy pequeñas fincas. Más aún es muy extendida la tendencia de “unas vaquitas” entre agricultores que no tienen tierra. Se estima que existían 108 mil fincas con ganado; de ellas, casi 52 mil servían de menos de 10 ha y 44 mil de 11 ha a 50 ha; es decir, que el 89% de las fincas son de menos de 50 hectáreas. La encuesta ganadera efectuada en 1995 indica que el 70%  del uso de la tierra (aproximadamente 3.85 millones de hectáreas) se encuentran dedicadas a la ganadería.
La agroindustria de la ganadería vacuna es una de las actividades económicas más relevantes en Nicaragua. Por un lado, su participación en el producto interno bruto como en las exportaciones es de las más importantes entre los diferentes rubros. Por otro lado, es una de las actividades más relevantes en los sistemas de producción agropecuarios del país. La base productiva del país conformada fundamentalmente por pequeños y medianos productores tienen, en su mayoría, a la ganadería vacuna como uno de las  actividades productivas dentro de sus sistemas de producción.
Finalmente, el nivel de empleo que genera no es despreciable. Se calcula que a nivel de rastros municipales y matanza se generan unos 3 mil empleos. A nivel de producción en finca se generan unos 100 mil empleos, a nivel de la industria lácteas se generan unos 3 mil empleos, lo que da un total de I 106 000 empleos. También, aunque no han sido cuantificados, se generan empleos a nivel de abastecimientos de insumos, transporte de ganado, comercialización de lácteos y ganado, talabarterías, etc.
El sector agropecuario ha tenido en la década de los 90 una participación del 24,5% del total del Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua. Es el segundo rubro en importancia después de la industria, y es el comercio el tercero en participación. Entre los tres representan el 65,3% del PIB total de los últimos 10 años El sector pecuario representa el 33,5% del Producto Interno Bruto Agropecuario de la última década. Su participación se ha venido mantenido relativamente al igual que la actividad agrícola.
La producción de carne vacuna ha sido históricamente el rubro más importante dentro de las actividades pecuarias del país, y aporta en promedio, el 49,6% del PIB pecuario de la última década. El valor de la producción de carne bovina ha crecido a una tasa promedio del 3% anual en la última década, mientras que el de carne de pollo ha tendido a incrementarse experimentando una tasa de crecimiento del 5,8% anual en el mismo período. La producción de leche ha aportado el 23,1% del PIB pecuario en el mismo período. En suma, el PIB vacuno (carne + leche + ganado en pie) ha aportado el 74,6% del PIB pecuario en el período en referencia.

5.3 La Industria de la Carne

El sacrificio anual de ganado vacuno en Nicaragua ha sido de 342 mil cabezas en la década de los 90. No obstante, en esta década se inició e incrementaron considerablemente las exportaciones de ganado en pie. Por consiguiente, si agregamos las exportaciones en pie, la extracción anual del hato en el periodo se incrementa a 362 mil cabezas, siendo un 51% machos y un 49% hembras.
Durante dos años, 1990 y 1991, la extracción de hembras fue superior a la de machos, lo que significa que se presentó una descapitalización del hato reproductor. Aunque esta situación normalmente se presenta en períodos de bajos precios, pareciera que, en este caso se debió a una liberalización de la Ley de Defensa al Patrimonio Ganadero que mantenía un estricto control sobre el sacrificio de las hembras y de la realización de una proporción significativa del hato que se encontraba bajo propiedad del estado. A partir de 1992 se inicia un proceso de recuperación del hato nacional, que se puede deducir por la disminución de la extracción de hembras, lo cual, a su vez, permitirá que gradualmente se pueda incrementar el volumen anual producido de animales.
La matanza industrial ha mostrado una tendencia positiva significativa hasta 1994 y una relativa estabilización durante los últimos tres años, mientras que El segmento de los mataderos municipales parece estar perdiendo terreno en cuanto al número total de animales sacrificados. Existe una cancelación positiva entre el precio internacional y la extracción de ganado en Nicaragua Es muy importante observar que la matanza de hembras se da fundamentalmente en los mataderos municipales. Considerando además que un porcentaje de estas hembras van preñadas a la matanza, es muy importante motivar a los ganaderos sobre el ingreso que se deja de percibir, lo que causa que se sacrifique una vaca preñada apta para cría; sobre todo, si se considera la baja tasa de pariación. Los controles sanitarios y otras medidas en relación con la seguridad para evitar que en dichos mataderos se sacrifique animales con potencial reproductor adecuado.
La evolución de la producción anual de machos es, quizás, uno de los indicadores más confiables para establecer la tendencia de crecimiento o decrecimiento del hato nacional. Entre 1988 y 1992, la matanza de machos había fluctuado entre los 140 mil y 170 mil. Los machos se fugaban en pie a otros países de Centroamérica, porque se pagaban precios mucho mejores. Entre 1993-1997 ésta se incrementa acerca de los 200 mil machos (un 20% adicional). Desde el punto de vista de incremento en el volumen de cosecha, pareciera que el hato está experimentando un crecimiento en la década de los 90.
Los niveles de matanza de ganado han generado una producción de carne vacuna de unos 108 millones de libras en la década de los 90. Esta producción se ha destinado aproximadamente en proporciones similares (50 y 50%) para exportación y para consumo interno. La disminución de la producción de carne en la ganadería nicaragüense se refleja en la caída en la producción “per capita” de carne, la cual ha pasado de 46 Ib. que se obtenían en la segunda mitad de la década de 1970 a 26 Ib en la década de los 90. De igual forma, la disponibilidad de ganado por habitante ha venido disminuyendo de una relación de 1:2 que se tenía durante la década de los 70, a 0,5 cabezas de ganado por habitante que se tiene actualmente.

5.4 Las Exportaciones de Carne

Las exportaciones de carne vacuna han variado entre las 35 y 62 millones de libras de carne deshuesada en la última década, lo que representa entre el 15 y 40% del valor de las exportaciones agropecuarias y el 100% de las pecuarias hasta 1993. En cambio, los productos lácteos que habían dejado de exportarse en volúmenes significativos desde inicios de la década de los 80 hasta 1993 han comenzado a exportarse a niveles que le están generando valores considerables en las exportaciones del sector agropecuario, llegando a contabilizar el 26% de las exportaciones pecuarias en 1996.
Las exportaciones de carne han generado ingresos anuales en la década de los 90 de US$ 37.6 millones a US$ 63,9 millones. Por otro lado, las exportaciones de lácteos le generaron cerca de US$ 4 millones en 1995. La tendencia de crecimiento del valor de las exportaciones de lácteos le ha permitido a la ganadería mantener su importancia en la generación de divisas al país. Aunque en los últimos años la carne ha manifestado un decrecimiento en la importancia de participación de las exportaciones, pasando de ser el primer o segundo rubro en el valor de las exportaciones que mantenía hasta inicios del 1990 ha ocupar el segundo a tercer lugar en la década de 1990. La carne conjuntamente con el café o el algodón han participado conjuntamente en más del 50% del valor de las exportaciones del país. Las exportaciones de carne han variado a través de los años como porcentaje de la producción total de dicho producto y presentan una tendencia a aumentar en importancia relativa.

5.5 La Mora Ganadera

La cartera ganadera tradicionalmente había sido la cartera más solvente del sector agropecuario. Actualmente ésta experimenta un alto índice de morosidad. A finales de 1994, la cartera ganadera del BANADES y BANIC alcanzaba un total de C$ 884 millones de los cuales estaban C$ 241 millones, el 28%, en mora. En términos de productores, del total de 7 031 clientes con crédito 2,745 se encontraban en mora el 39%. Por otro lado, la cartera del Programa de Crédito Silvopastoril en su inicio de vencimiento de primeras cuotas experimentaba, en 1995, niveles de morosidad del 65%.
Lo relevante del factor de la mora es que cualquier Programa de Desarrollo Ganadero que se implemente en el futuro tiene que considerar que una proporción relativamente alta de los usuarios tradicionales del crédito oficial se encuentran en situación de mora en la banca y que este problema no se resuelve, porque, en muchos casos, se abriga la esperanza de que la deuda se condonará. Por otro lado, debe reconocerse que el saldo adeudado por los ganaderos a los  bancos representa menos del 10% de los activos del sector ganadero (fincas y ganado), sin incluir el valor de la maquinaria.

5.6 Consumo de Carne Bovina

En la última década el consumo de carne vacuna ha oscilado en Nicaragua entre los 34 y 74 millones de libras de carne deshuesada como se aprecia en el Cuadro 5.6. Adicionalmente las vísceras aportan entre 9,1 y 10,8 millones de libras. Ello deriva en un consumo per capita de 13 a 17 libras de carne y de 2,7 libras de vísceras por año. La caída en el consumo per capita de carne vacuna en la década de los 90 a prácticamente la mitad de lo que se consumía en las décadas de 1960-80 ha permitido que se continúen efectuando las exportaciones de carne de res en volúmenes significativos ante la disminución en los niveles de sacrificio de ganado y aumento de la población de Nicaragua.
Hasta finales de la década de los 80, la carne vacuna era la principal fuente de consumo de carne de los nicaragüenses. No obstante, en la década de los 90, se experimentó un acelerado crecimiento de la producción de carne de pollo para consumo interno, de tal forma que en 1993, por primera vez en la historia de Nicaragua, el consumo “per capita” de carne de pollo iguala al de carne de res, 15 Ib/persona, y en los dos años siguientes, 1994 y 1995, lo supera. En 1996, el consumo doméstico de carne bovina se incrementó a causa del menor precio y a la recuperación de la capacidad adquisitiva de la población.


Por Carlos Pomareda, Esteban Brenes y Luis Figueroa en 'La Industria de la Ganadería de Carne Bovina en Nicaragua: Condiciones de Competitividad' p.19-25. Disponible en http://www.incae.edu/es/clacds/publicaciones/pdf/cen541fil.pdf. Adaptacion y ilustracion por Leopoldo Costa

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