LOS SECRETOS DE LAS PIRÁMIDES

Leyenda y realidad de las tumbas faraónicas.

Hace casi cinco mil años el faraón Djoser erigia en Saqqara la primera pirámide, un tipo de construcción que adquirión dimensiones inusitadas en la meseta de Gizeh, y que ha generado más teorias inversosímiles y especulaciones acerca de sus creadores y su significado que cualquier otro monumento de la Antigüedad.

En torno a las pirámides egipcias, ayudadas por esa aura de misterio que parece rodear todo lo relacionado con la civilizacion faraonica, rondan siempre una  serie de ideas erroneas que han calado profundamente en el imaginario  popular. El responsable  de la aparición  de esta  pseudociencia   de la  «piramidologia»  fue un britanico, John Taylor,  que en su libro "La Gran Pirámide:(por qué fue construida y quién la construyo? (1859) planteo toda una serie de fantasticas elucubraciones  sin base sobre la  pirámide  erigida por  el faraón Keops. Sus  teorias  convencieron  por completo a Charles  Piazzi  Smith, astronomo real  de Escocia, que escribio "Nuestra herencia en la Gran Pirámide"  (1864) para dotarlas de base cientifica. Luego marchó  a Egipto  a estudiar in situ el  monumento,    publicando a continuacion "Vida y Obra en la Gran Pirámide (1867).

Seducido a su vez por el contenido del libro, el joven William M.Flinders Petrie, quien llegaria a convertirse en uno de los padres de la egiptologia y la arqueologia cientificas, se pasó casi todo el año 1880 triangulando la meseta de Gizeh para conseguir las mediciones mas exactas obtenidas basta entonces de la Gran Pirámide. Sus resultados, publicados en 1883, demostraron que Taylor y Smith basaban sus teorias en datos falsos y que las dimensiones de la tumba de Keops no eran uno compendio de profecias ocultas, legibles solo merced a la «pulgada piramidal», supuesta medida egipcia que Smith dijo haber descubieto.

Poco ha importado que estas insustanciales ideas sobre los arcanos dela Gran Pirámide quedaran desmentidas ya en el siglo XIX, porque han seguido floreciendo y produciendo teorias que pretenden explicarlas. Un caso notable, por ejemplo, es el del estadounidense Edgar Cayce (1877-1945), ejemplo perfecto de la completa inconsistencia de las teorias «piramidologicas». Se llamaba a si mismo «profeta» y psiquico y sostenia que la civilizacion faraonica fue creada por los atlantes, «profetizando» que a fìnales del siglo XX se descubriria en la Gran Pirámide la «Cámara de los Secretos», donde se encontraba encerrada toda la sabiduria de los faraones. En la década de l970,un joven seguidor de las teorias de Cayce marchó a Gizeh para buscar las construcciones subterraneas que segun aquél debian hallarse en el subsuelo de la meseta; por supuesto, no encontro nada parecido, pero quedó fascinado por estos monumentos. Era Mark Lehmer, quien, tras doctorarse en la Universidad de Yale, se convirtió en uno de los más reconocidos egiptólogos, consagrando la mayor parte de su labor al estudio cientifìco de las pirámides.

En todo caso, lo que si es cierto es que la compleja estructura interna de la Gran Pirámide convierte en muy real la posibilidad de encontrar nuevas cámaras en su interior, como de hecho ha sucedido en las últimas dos décadas. Ante todo, debemos alejar de nosotros la idea, tan cara a los piramidólogos, de que esta construccion constituye basicamente una especie de compendio del saber de los antiguos egipcios. Se trata de un edifìcio destinado a acoger al faraón difunto, cuyos restos y ajuar funerario desaparecieron en el curso del tiempo a manos de los ladrones de tumbas. Por tanto, las cámaras y conductos que contiene se relacionan con cuestiones constructivas y con los aspectos religiosos vinculados a su función.


CAMARAS DESCONOCIDAS

En 1988, tras estudiar la arquitectura del monumento de Keops, dos arquitectos franceses, Gilles Dormion y Jean-Patrice Goidin, concluyeron que en el pasillo que va hasta la llamada Cámara de la Reina (situada bajo la cámara funeraria de Keops, y probablemente destinada a albergar la estatua del 'ka' o esencia vital del faraón) habia una habitación oculta. Solicitados los permisos correspondientes, realizaron en él tres perforaciones que permitieron encontrar a 1,5 metros bajo el suelo una pequeña habitación de entre 2,5 y 3 metros de hondo, rellena de arena.

Alentados por estos resultados, en 1988 investigadores japoneses de la Universidad de Waseda utilizaron un escáner electromagnético para estudiar la zona y encontraron una anomalia que sugiere la existencia de un pasillo de 1,5 metros de altura, uno de anchura y 30 de longitud que corre paralelo al de la Cámara dela Reina; su existencia aún no se ha podido comprobar debido a que las autoridades egipcias no han concedido el permiso para realizar una perforación con tal fìn.

Mientras, Dormion continuó en solitario su estudio de la tumba de Keops, en especial de la Cámara de la Reina. En ella encontró varios detalles anómalos que le hicieron pensar en la existencia de una cámara oculta bajo la misma. Años antes, y tras un estudio semejante, llegó a la conclusión de que en tres puntos de la pirámide de Meidum debia existir una cámara destinada a liberar de presiones los elementos construidos debajo, lo que quedó demostrado cuando en 1998 se realizaron perforaciones en los lugares que indicó.

Para comprobar su hipótesis de la cámara de la Reina,  Dormion encargó un estudio de georradar a Jean Pierre Baron. el geofisico que habia identifìcado el emplazamiento de las siete pirámides enterradas de las reinas del faraón Pepi I en Saqqara. Los resultados corroboraron la hipótesis del arquitecto francés: bajo la Cámara de la Reina, a 2,5 metros de la pared sur y a 3,5 de profundidad, aparece una anomalia que sugiere la presencia de una estructura que atraviesa la cámara de este a oeste. Es muy probable que se trate de un pasillo, cuya existencia solo se podrá verificar cuando se realicen  las pruebas correspondientes.

A pesar dela más que posible existencia de este pasillo subterráneo, la reconstrucción final que hace Dormion de las nuevas cámaras, con una cripta situada al final de una entrada por descubrir que comenzaria en la cámara este de la piramide, es poco probable. Es bastante mas factible que, si el pasillo existe, la orientación sea justo la contraria a la propuesta por Dormion. La estructura interna de la pirámide de Keops seria entonces una copia de una de las tumbas construidas por su padre, Esnofru: la pirámide Romboidal en Dahshur, que posee dos entradas diferentes.

En efecto, como en el caso de la pirámide Romboidal, la de Keops tendria una entrada en el norte (la ya conocida) y una segunda en la cara oeste (la supuesta por Dormion). El corredor detectado por el arquitecto francés bajo la cámara de la Reina seria el fina! de esta nueva entrada, que llevaria a la supuesta cripta desconocida. Pero también puede que este pasillo y el detectado por los japoneses formen parte de una misma serie de cámaras. No seria raro, porque la estructura interna de la Gran Pirámide es bastante peculiar comparada con la de las demas pirámides de la dinastia IV, hecho que ha contribuido a animar a los  amantes de lo «misterioso».

PRECISIÓN INIMAGINABLE

También forma parte de la leyenda de las pirámides la idea de su maravillosa precisión. No hablamos ya del modo en que se izaron y colocaron las piedras en su sitio, sino de la exactitud arquitectónica de estos monumentos, perfectamente alineados con los puntos cardinales y con unas medidas exactas.

Conviene recordar que casi todas las di­ mensiones de las pirámides son teóricas, pues al tratarse de edifìcios que han perdido su capa exterior de piedra, no es posible saber a ciencia cierta su tamaño real. Excepto en muy pocos casos y para determinadas medidas, se trata siempre de aproximaciones geométricas.Aun así, de nuevo tiende a generalizarse a todas las pirámides las supuestas caracteristicas de una sola de ellas, la de Keops. La verdad es que no hay nada de extraño en la construcción de estos edificios. Como todos los arquitectos, los egipcios utilizaron para diseñarlas dibujos y maquetas previos, que luego trasladaron a la realidad física del modo mas preciso posible.

La tecnologia constructiva de los egipcios tenia sus limitaciones y no son pocos los edificios en los que han aparecido grietas que hicieron temer por su seguridad (Keops, Amenemhat III, Esnofru) ya en el momento de su construcción, obligando a los faraones  a construirse una segunda pirámide. Y es que, a pesar de toda su leyenda, las pirámides no dejan de ser unos maravillosos y extraños edificios construidos hace miles de años y, como tales, son un reflejo de la ideologia y las limitaciones técnicas dela época. La cuestión de la precisión en el diseño de estos monumentos tiene que ver con diversas teorias sobre ellos, como la posibilidad de que las pirámides de Gizeh sean un remedo terrestre de las tres estrellas que forman el cinturón de Orión.

ORIENTACIONES ESTELARES

Cuando se observa una foto ceniTal de la meseta de Gizeh se puede comprobar que las pirámides estan dispuestas siguiendo  un orden concreto. Las tres se distribuyen por la necrópolis de forma armoniosa tomando como referencia el primer complejo funerario que se construyó en ella, el de Keops, de modo que la esquina sureste de cada monumento  forma una linea imaginaria que conduce directamente hacia la ciudad sagrada de Heliópolis, lugar de culto al dios Re. Para completar esta geografia sacra, la cara norte de la Gran Pirámide está orientada hacia la ciudad sagrada de Letópolis, centro de culto a una forma de dios Horus explica la distribución topográfica de las pirámides de Gizeh.

Sin embargo, en 1993 el ingeniero británico Robert Bauval propuso una teoria completamente diferente: la tres pirámides serían el remedo terrestre de las tres estrellas principales de la constelación de Orión. La pirámide de Keops seria la estrella Alnitak; la pirámide de Kefrén seria la estrella Alnilam y la pirámide de Micerino seria la estrella Mintaka; su menor tamaño en comparación con las otras dos se deberia a la diferencia de brillo existente entre las estrellas. No obstante, a pesar de ser aparentemente muy visible, el paralelismo entre Gizeh y Orión no es tal.

Asi, cuando superponemos el plano de Gizeh a una foto de las estrellas del cinturón dc Orión comprobamos que en realidad, no coinciden con la exactitud requerida. Si centramos ambos dibujos en la Gran Pirámide, vemos que la de Kefrén queda demasiado hacia la «izquierda» y la de Micerinos demasiado hacia  «arriba» y ala «izquierda» de sus respectivas esrrellas. Como explicar este error en unos arquitectos que supuestamente eran tan precisos como para ajustar las dimensiones de una pirámide a su brillo aparente? Esta ultima es, ademas, una afìrmación por completo gratuita, porque a simple vista (como las estudiaban los egipcios) las tres estrellas del cinturón de Orión presentan brillos prácticamentr idénticos; eso sin contar con que sus magnitudes astronórmicas también son muy similares.

El principal problema de semejante hipótesis es que en determinados casos presupone una exactitud pasmosa para las medidas de las pirámides de Gizeh, que luego no se aplica al conjunto del esquema: la pirámide de Abu Rowash se encuentra a 8,8 kilómetros de la Gran Pirámide y debería estar a 2,66 kilómetros; mientras que la pirámide de Zawiet el-Aryan esta situada a 5,2 kilómetros y habría de estar a 3,09.Tamañas discrepancias (que se suman a otras consideraciones erróneas) invalidan cualquier identifìcación.

Impresionantes como pocas obras humanas, con aspectos aún por desvelar pero sin  «misterios» que descubrir,las pirámides de Gizeh y sus compañeras de las dinastías anteriores y posteriores no han perdido un ápice de su poder de fascinación cuando ya han transcurrido cuatro milenios y medio desde que comenzó su construcción.


Texto de José Miguel Parra Ortiz publicado en "Historia National Geographic n. 45.  Digitación, adaptación y ilustración de Leopoldo Costa.




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